Santiago Carlos Moscovich
Buenos Aires Ciudad Puerto
buenosairesciudadpuerto@gmail.com


“Para desarrollar una verdadera integración entre la ciudad y su puerto se debe comprender que hay un futuro común que necesariamente se debe construir sobre las bases de políticas claras, con un buen diálogo y con voluntad de cooperación. Ese desarrollo atraerá inversiones en servicios y turismo y generará riqueza y empleo”

Olivier Lamaire
Director de AIVP Association Internationale de Villes et Ports

miércoles

Cruceros al Descubierto

Cruceros al descubierto


La temporada, extendida hasta abril, espera contar con casi 100.000 pasajeros sólo en Buenos Aires; la ciudad también es elegida para el recambio de tripulación. La infraestructura todavía por desasarrollar

Bolsas con compras que van; bolsas con compras que vienen. Brasileños por aquí; norteamericanos y europeos por allá. Un buque llega; otro se va, y así transcurren los días en la terminal de cruceros Quinquela Martín. Este año, la temporada es más larga: empezó en octubre y se extenderá hasta mediados de abril, un mes más que en el período anterior. Los armadores han descubierto que la ruta a América latina es rentable, a la vez que propone una alternativa, entre otras, al saturado Caribe o al Mediterráneo. Como resultado, se aprecian más frecuencias e incluso barcos más grandes. El año pasado venía el Royal Princess, con 1270 turistas; ahora, el mismo armador lo suplantó con el Regal Princess, con servicios para 1900, por citar un caso. “En la temporada 2004-2005 vinieron 54 barcos con 65.000 pasajeros. Esta temporada vendrán 75 embarcaciones, y si bien calculábamos 90.000 pasajeros, creo que finalmente serán unos 100.000”, informó a LA NACION el superintendente de la terminal Quinquela Martín, Pablo Hawkins. La sorpresa de esta temporada fue –entre otras– que la venta de camas en los cruceros aumentó radicalmente. Estos hoteles flotantes que solían venir con un 70% de ocupación, llegan y salen este año completos. No solamente vienen más llenos. Muchos de ellos, en parte por la prolongación de la temporada, están recalando más veces en Buenos Aires. El Infinity vino el año pasado en dos oportunidades. Este año recalará tres veces y la temporada próxima lo hará cuatro. A su vez, los cruceros Costa, que permanecían anclados un día el año pasado, este año lo extenderán a 48 horas por sugerencia de los mismos pasajeros, que ahora estarán felices de poder presenciar los tango shows nocturnos. Lo cierto es que las empresas que regularmente atracan en Buenos Aires redoblaron su apuesta mientras otros dos nuevos armadores se sumaron a la ruta: Island Cruises y MSC Cruceros. El próximo año se espera la llegada de 90 buques y, tal vez, de nuevas ofertas. “Hay otros armadores grandes que pidieron confidencialidad y estarían trayendo sus barcos para acá”, advirtió Hawkins. Uno de los rumores que circulan desde hace tiempo por el mundo marítimo es que el año próximo vendrían los gigantes de Carnival –el barco más chico de esta firma, que lleva 1700 pasajeros– aunque desde Oremar, representante de Carnival Cruises, desmintieron la versión. “No sé de dónde salieron esos rumores. No recibimos ninguna decisión oficial de que vengan y no creo que así sea”, señaló su director, Rolando Sergio Parera. También viajan argentinos Un dato llamativo es que no sólo de extranjeros está hecho el negocio de los cruceros. El porcentaje de pasajeros argentinos viene aumentando considerablemente. Embarcan todos en Buenos Aires y hacen un viaje redondo, la mayoría hacia Brasil, y en menor medida a Chile. Costa, por citar un caso, cambió del barco Tropicale al Romántica (con capacidad para 1697 huéspedes); antes transportaba unos 550 argentinos y ahora llegan a los 800. Otro armador que trabaja con turistas de nacionalidad argentina es Island, con el navío Island Star, mientras que MSC navega el Melody con unos 750 argentinos –el 50% de la disponibilidad del buque– cada viaje. “La temporada sobrepasó ampliamente las expectativas. Vendimos mucho más, no sólo de lo previsto por nosotros, sino de lo impuesto por la casa matriz en Italia. Estamos con todas las salidas al ciento por ciento de la capacidad del barco”, sintetizó el director comercial de MSC Cruceros, Máximo Conterno. Las compañías ya trazaron sus cambios para 2007. El MSC Melody, de 35.000 toneladas, será reemplazado por el MSC Sinfonía, de 60.000 toneladas. Asimismo el Crystal Symphony (de la compañía Crystal Cruises) será reemplazado por el Crystal Serenity, el más nuevo de la serie. El paso por la ciudad de los extranjeros representa un importante ingreso de divisas en siete meses. Se calcula que cada uno gasta entre 150 y 200 dólares por día, con una estada promedio de dos días, lo que da un mínimo de entre US$ 30 millones y US$ 40 millones. A esto debe sumársele que cada buque paga entre US$ 65.000 y US$ 80.000 dólares por la escala en Buenos Aires en concepto de peaje, remolcadores, pilotaje, y estadía en puerto, lo que da más de US$ 5 millones. Sin embargo, otro ingreso oculto es el que generan los tripulantes. Hasta después de la pesificación, si el buque quería hacer un recambio de tripulantes tenía que pagar por cada persona una tasa de migraciones de $ 200 (lo que equivalía a 200 dólares). Ese fee (honorarios) se bajó drásticamente a 10 pesos por cada recambio de tripulante, lo que provocó instantáneamente que la ciudad fuera un punto para recambiar tripulación. “Hay mucho recambio ahora en Buenos Aires. En años anteriores, cuando la tasa era de $ 200, se hacían todos los cambios en Uruguay y en la Argentina sólo casos de suma urgencia. Crystal Cruises hace cambio de la mitad de su tripulación en Buenos Aires. Es decir que bajan 100 personas y suben otras 100 en sus escalas”, explicó Jorge Galván, gerente de operaciones de Multimar, empresa representante de Crystal.

Servicios migratorios
El movimiento económico del recambio de tripulación implica consumo de hoteles (algunos integrantes vienen con dos o tres días de anterioridad al embarque), remises, gastronomía, etcétera. Por otra parte, en el Centro de Navegación informaron con agrado la suspensión de la aplicación de las disposiciones del decreto Nº 1025/2005, que fijaba valores para las tasas por servicios migratorios que deberán abonar las personas, pasajeros y tripulaciones que egresen del territorio nacional por vía terrestre, fluvial o marítima. El decreto salió cuando ya la temporada estaba vendida y proponía una tasa migratoria (de alrededor de $ 30) que no estaba prevista en los costos de los armadores. La disposición se había prorrogado hasta el 31 de enero, pero los reclamos del Centro de Navegación y de empresas de turismo lograron que se dejara sin efecto la medida durante esta temporada. La tasa no se está cobrando, pero será un tema por discutir este año y podría encarecer las recaladas en Buenos Aires la temporada próxima. Pero el aumento de pasajeros pone en jaque a la terminal, que tiene capacidad para recibir entre 2000 y 2500 turistas, y se ve colapsada cuando coinciden dos o tres barcos. Es que la terminal Benito Quinquela Martín fue pensada como provisional y el contrato de Terminales Río de la Plata (TRP) –que tenía la concesión por tres años– se extendió por esta temporada y la próxima. Si bien la industria espera con ansias la construcción de una terminal definitiva en Dársena Norte, el proyecto ya pasó por varias administraciones y sigue suspendido en un cajón. “Ahora hay un proyecto de iniciativa privada lo cual frena o demora lo que pueda hacer el Estado hasta tanto se evalúe el mismo”, dijo a este diario el interventor de la Administración General de Puertos, Luis Angel Diez. El desarrollo presentado por el consorcio que conforman la empresa constructora Decavial, la administradora de aeropuertos London Supply (Punta del Este, Ushuaia) y las firmas de logística Rowing e International Trade Logistic prevé la construcción de una nueva terminal de cruceros que unificaría la zona de las dársenas D y C con el área que está hoy ocupada por los ferries al Uruguay. Planea también edificar un centro de convenciones y dos torres, que se levantarían en el área vecina a Catalinas Norte. El monto total de la inversión asciende a 1200 millones de pesos y la financiación se cubriría con aportes propios, ingresos percibidos en concepto de tasas por el uso de la terminal y también por los servicios derivados del desarrollo inmobiliario. Las maquetas le fueron presentadas al presidente Néstor Kirchner a fines de septiembre. Mientras, los cruceros siguen llegando.
Por Lucila Martin Garro
LA NACION

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada vez más personas viajan con msc cruceros ya que se pueden conocer muchos países en un sólo viaje y es una propuesta divertida e innovadora!
Saludos