Santiago Carlos Moscovich
Buenos Aires Ciudad Puerto
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“Para desarrollar una verdadera integración entre la ciudad y su puerto se debe comprender que hay un futuro común que necesariamente se debe construir sobre las bases de políticas claras, con un buen diálogo y con voluntad de cooperación. Ese desarrollo atraerá inversiones en servicios y turismo y generará riqueza y empleo”

Olivier Lamaire
Director de AIVP Association Internationale de Villes et Ports

miércoles

La Afrancesada Estupidez

Planeamiento urbano: la zona ribereña tendrá más intervenciones

Buenos Aires muy pronto será diferente

Varios proyectos en marcha le modificarán la cara a la ciudad en los próximos años; el puerto será sólo de pasajeros



En una década, la ciudad de Buenos Aires podría ser otra. Su puerto será exclusivo para cruceros; tendrá un anillo vial de circunvalación, como la mayoría de las ciudades europeas, que incluirá una autopista ribereña; los desarrollos inmobiliarios en Retiro recuperarán la vista al descuidado Río de la Plata, la reforma del Aeroparque Metropolitano cambiará el perfil de la costa, y hasta un corredor verde cruzará toda la Capital. Todas estas obras, algunas en ejecución y otras en proyecto, cambiarán la cara de la ciudad y el humor de los porteños. Viajar de La Plata a Vicente López demorará cerca de una hora, y los accesos a la Capital estarán descongestionados. Y para los peatones, en diez años la superficie para caminar por el centro aumentará en un 50 por ciento. Los turistas que lleguen en barco probablemente aumenten. Sólo en esta temporada llegarán a la Capital 75 cruceros que transportarán 90.000 pasajeros. Todas estas proyecciones hicieron que las autoridades de la Capital discutieran obras, muchas en conjunto con el gobierno nacional. Un ejemplo es el puerto: "Buenos Aires necesita un puerto de pasajeros", dicen en la ciudad. Y aunque todavía no hay una presentación institucional formal, ya empezaron las conversaciones con el gobierno nacional para transformar el puerto de Buenos Aires. "Este proyecto debería incluir un acuerdo con la Nación y con la Administración General de Puertos para liberar a la ciudad del puerto de cargas", explicó a LA NACION Jorge Telerman, vicejefe de gobierno porteño a cargo del Ejecutivo. La idea es que los buques de carga sean derivados a los puertos bonaerenses de Campana y Ensenada, y que en la Capital sólo operen barcos con pasajeros. "El desarrollo del puerto de cruceros, que es una necesidad de la ciudad, está relacionado con un desarrollo urbano y una revalorización de tierras. Sobre el puerto de cruceros hay un proyecto privado", dijo Roberto Feletti, secretario de Infraestructura y Planeamiento porteño. Pese a que aún no tiene plazos ni fechas, el proyecto, que incluye la transformación del puerto, pretende rellenar la Dársena F y recuperarla para el desarrollo de emprendimientos inmobiliarios. Pero todos estos proyectos en la franja norte y en la Costanera van de la mano con el desarrollo de la Autopista Ribereña que conecte la Autopista Buenos Aires-La Plata, con la General Paz y la ex Autopista 27 de Febrero, en la zona sur, para conformar el anillo de circunvalación. "Esperamos desde marzo abrir el debate de las instancias posibles sobre la Autopista Ribereña", agregó Telerman. Es una discusión que lleva dos décadas sin que la General Paz se una a la autopista que lleva a La Plata. El conflicto lo plantea la traza. Según la propuesta oficial, pasaría por el costado de la Reserva Ecológica de la Costanera Sur, pero hay otros proyectos que pretenden que pase por encima. Los ambientalistas se oponen. A esta discusión también se sumarán quienes estén a favor o en contra de la reforma del Aeroparque, que ya está en marcha. El plan, que incluye una inversión de 520 millones de pesos durante tres años, aportados por el gobierno nacional, el de la ciudad y la empresa Aeropuertos Argentina 2000, pretende ampliar las dos cabeceras de pista, construir dos viaductos y realizar obras de recuperación de la Costanera. "[Para concretarlo] ya hemos logrado firmar el principio de acuerdo sobre el corrimiento de la vía del ex Ferrocarril San Martín", anunció Feletti. A todos estos cambios, que intentarán recuperar la relación de los porteños con el río, se suma el desarrollo del Nuevo Retiro, que incluye la urbanización de la Villa 31 y la construcción de un complejo con hoteles, un centro de convenciones y varias viviendas sobre Avenida del Libertador entre Callao y la estación de trenes. La Corporación Puerto Madero se ocupará del management del frente de Avenida del Libertador, entre el parque Thays y las vías, y el gobierno porteño debería ocuparse de la apertura de calles, el tendido de redes y el alumbrado. Según fuentes del gobierno nacional, de la venta se podrían obtener 500 millones de dólares que serían destinados a la electrificación del ex Ferrocarril San Martín. Pero no sólo la zona norte cambiará en los próximos años. Con retraso, pero en avance, aparece la obra del Corredor Verde del Oeste, desde Once hasta Liniers. La obra consiste en techar con una losa la trinchera por la que corre el ex Ferrocarril Sarmiento poco después de salir de la estación Once. Esta losa se hará con vigas de hormigón de 25 toneladas, que se colocarán sobre las paredes que flanquean las vías. Una vez terminada la losa, se construirá un espacio verde con un ancho de entre 25 y 50 metros que podrán disfrutar los vecinos de Almagro y Caballito. Por encima de las vías, se plantarán franjas de césped, árboles pequeños y arbustos. Se pondrán asientos y una iluminación adecuada para que los vecinos puedan disfrutar de un nuevo espacio verde que, además, revalorice la zona. Este proyecto, cuya inversión ronda los 30 millones de pesos, debería estar terminado en dos años. En una segunda etapa, a cargo del gobierno nacional, entre Liniers y Moreno se hará un cerramiento de la zona operativa de vías, que impedirá que los peatones la invadan. Con esta nueva obra, el trayecto Once-Moreno se verá reducido de 60 a 49 minutos. También está en plena ejecución el Parque Lineal Bullrich, al costado del paso del ex Ferrocarril San Martín, entre las avenidas Santa Fe y Del Libertador. La obra consiste en la recuperación del talud del ferrocarril y de las veredas, que se transformarán en un corredor verde a pasos del parque Tres de Febrero. Aquí se invertirán 2,7 millones de pesos y debería estar lista antes de fin de año. En la misma zona, en Palermo, se abrirá la calle Darregueira, y se construirá un centro de convenciones en la Rural. ¿Y para la zona sur? Las promesas para los vecinos de ese sector olvidado de la Capital se hacen alrededor de la finalización de la ex Autopista 27 de Febrero y la construcción de tres nuevos puentes que unan la Capital con Avellaneda, Lanús y Lomas de Zamora. El primero está a punto de salir a licitación. "La otra obra es la llegada del subte H a la estación Sáenz, conectando con el tren a La Matanza", agregó Feletti. El micro y el macrocentro cambiarán de fisonomía: todas las obras apuntan a la peatonalización. Ensanchamiento de veredas, cierre de pasajes a los autos para dar lugar a las personas. Sólo en el macrocentro hay en ejecución 30 millones de pesos en obras. Y tal vez para dentro de una década sea una realidad la recuperación de las Bodegas Giol. Los proyectos en danza hablaban de dos lagunas para crear un paseo y a la vez ser aliviadoras de las inundaciones -debajo de Juan B. Justo se construirán dos túneles aliviadores que desembocarán en la Costanera-, o de un centro vitivinícola en el corazón de Palermo.

Por Laura Rocha
De la Redacción de LA NACION

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