Santiago Carlos Moscovich
Buenos Aires Ciudad Puerto
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“Para desarrollar una verdadera integración entre la ciudad y su puerto se debe comprender que hay un futuro común que necesariamente se debe construir sobre las bases de políticas claras, con un buen diálogo y con voluntad de cooperación. Ese desarrollo atraerá inversiones en servicios y turismo y generará riqueza y empleo”

Olivier Lamaire
Director de AIVP Association Internationale de Villes et Ports

miércoles

¿y LA CIUDAD? BIEN, GRACIAS I

Qué hay detrás de "PUERTO MADERO II"

La primera batalla por Puerto Madero IILa existencia de un proyecto de inversión inmobiliaria en el Puerto de Buenos Aires asociada desató una nueva polémica y una guerra de intereses que recién va por su primera batalla

Por Horacio Ríos

Alentadas por el éxito logrado con la venta de viviendas y edificios comerciales en el barrio que hoy se alza en el lugar del antiguo Puerto Madero, algunas empresas inmobiliarias intentan actualizar el suceso unas cuadras más al norte. Tal es así que planean denominarlo "Puerto Madero II". El 22 de septiembre último, los autores del proyecto lo presentaron ante el presidente Néstor Kirchner, en una reunión que fue ampliamente difundida por los medios y en especial por los que pertenecen a una de las empresas involucradas. Es que el consorcio está conformado precisamente por la Corporación América, que preside Eduardo Eurnekian, el mismo que detenta la propiedad de Aeropuertos Argentina 2000 y el multimedios América entre otros activos. También se suman a la idea el banco Macro Bansud, cuyo titular es Jorge Brito; EMEPA, la operadora de Ferrovías, y el Estudio Fernández Prieto y Asociados. El plan supone la erección (esa es la palabra) de un complejo de viviendas, oficinas, locales comerciales y espacios de recreación -por medio del Régimen Nacional de Asociación Pública y Privada, que está reglamentada por los decretos 966 y 967/05-, con una inversión de 480 millones de dólares.Como para echar nafta sobre una mecha ya humedecida por el alcohol, el arquitecto Alberto Fernández Prieto, miembro del consorcio, dijo que la idea nació “del análisis de un lugar que estaba muy deprimido, en donde antiguamente había areneras, cementeras y fábricas de hormigón”, intentando enviar al arcón del pasado a quienes están vivos y en actividad y en una declaración que suena disparada para provocar estallidos que para otra cosa.OPOSICIÓN DE DIFERENTES SECTORES PORTUARIOSPero el olor a pólvora llegó más temprano que tarde a las fauces de los representantes de la actividad portuaria. Tras enterarse de la iniciativa, insólitamente y sólo por los diarios, responsabilizaron así nomás a "la mafia inmobiliaria" por la obra y la vincularon con el antiguo "Proyecto Retiro", que incluía una serie de grandes obras arquitectónicas en la zona y fue dejado de lado –aunque no olvidado- por sus impulsores en las postrimerías del gobierno de Carlos Menem, el mismo ex presidente al que se le asignaba un interés particular en el asunto.Pero también los exportadores velan sus armas. Un vocero de la Cámara que los agrupa advirtió que el sector "mira con preocupación" el proyecto, pero que no darán una opinión definitiva hasta que no lo conozcan en profundidad. Esa moderación suena más a una cuestión estratégica que a una simple declaración de principios. Es que existe el antecedente de su desacuerdo en ocasión de la construcción de Puerto Madero I" y nada dice que hayan cambiado de barco en medio del río.Los que ya subieron su bandera al tope del mástil son lo areneros. En una nota dirigida al ministro de Planificación Julio De Vido y firmada por el presidente de la Cámara Argentina de Arena y Piedra (CAAP), Luis Castañaga, manifestaron su preocupación por el proyecto de Fernández Prieto y dispararon con munición gruesa: "la inversión privada que propicia Puerto Madero II no presenta ninguna clase de alternativa válida para la actividad arenera que se desarrolla a la fecha en la Dársena F".Lapidarios, los areneros, sostuvieron sus argumentos en que existen "permisos de uso en todos los casos de larga data (más de 30 años) a favor de las empresas Agrecón S.A.; Arenera Puerto Nuevo S.A.; Arenera Pueyrredón S.A.; Arenera Vendaval S.A.; Castellani y Nocelli S.A.; Nueva Salvia S.A. y Transportes Jilguero S.A., todas PYMES y de capital nacional, las que desarrollan su actividad comercial y tienen el puerto de asiento de sus buques en dicha Dársena (la denominada con la letra F)".Después de advertir que "la capacidad actualmente instalada en la Dársena F representa el 33 por ciento del abastecimiento en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires", los areneros recordaron que "las estructuras desarrolladas a lo largo de los años en la Dársena, incluyendo silos de hormigón, fundaciones sobre pilotes a más de 30 metros de profundidad, tuberías de admisión, bombas de gran caudal, instalaciones eléctricas, oficinas y otras infraestructuras, representan una inversión aproximada de $ 74 millones, en promedio, unos 1.000 dólares por m3". O sea, un dinero..Los empresarios también apuntaron alto. En ese sentido lamentaron que se deje de lado el espíritu del Decreto 1010/03 por el que "el Presidente reconoció que la actividad naviera nacional, conjuntamente con la industria naval argentina, son fundamentales para el desarrollo económico nacional". Y tiraron también para adelante al advertir "el aniquilamiento de las garantías constitucionales que tutelan los derechos a trabajar, a ejercer industria lícita, a navegar y a comerciar y el principio del ejercicio racional del derecho, por cuanto no se garantiza a los permisionarios de tantos años en la actividad plazos razonables para el reordenamiento del sector y su reinstalación con el mismo nivel de inversión en infraestructura terrestre y de acceso a la vía acuática, así como la continuidad ininterrumpida de la actividad".Y no citaron a la Constitución Argentina para no abundar en detalles. Aunque por la dudas se reservaron el derecho de iniciar acciones legales en defensa de los derechos que consideraron afectados por la construcción de Puerto Madero II.El 4 de octubre la Administración General de Puertos convocó a una conferencia de prensa para presentar su Plan Maestro para el puerto hasta el año 2030, pero ésta fue cancelada tras un supuesto llamado de un encumbrado funcionario, quien se habría disgustado porque la iniciativa no contemplaba el proyecto "Puerto Madero II".PRIMER DISPARO: AGUALos operadores del Puerto opinaron -dentro de sus barcos pero fuera de micrófono- que estas disidencias internas tiñen con una fuerte imprevisibilidad a la actividad portuaria. "Tiñe de color marrón, como el río o como otra cosa" graficó uno. La suspensión de la anunciada conferencia de la AGP generó una nube oscura en el horizonte para los operadores y una lluvia de improperios: habían viajado a la Argentina los directivos de varias empresas marítimas –que habían sido consultados por las autoridades-, interesados en invertir en un plan portuario cuyo anunció, paradójicamente, se suspendió pero por causa de un emprendimiento extraportuario situado dentro del puerto.MÁS OPERADORESOtros actores de reparto en esta misma escena bélica fueron las autoridades de la Cámara de Depósitos Fiscales Privados (CADEFIP), que le mandaron un mensaje en forma de nota al interventor de la AGP, Luis Diez: ambos proyectos –el inmobiliario y la construcción de un "megapuerto" de cruceros en Dársena Norte- "representan una seria amenaza para el futuro de todo el Puerto de Buenos Aires".Mirando hacia un horizonte tan cercano como visible detallaron que el destino de las obras y su superposición con las instalaciones que existen y están operando, las autoridades de CADEFIP expresaron que su implementación "provocaría el verdadero inicio de un camino de difícil retorno al Puerto de Buenos Aires, ya que se estarían cerrando los accesos Norte y Sur al sector operativo (Puerto Nuevo) por un lado y, por el otro, se quitarían las imprescindibles zonas de apoyo logístico y natural extensión del puerto".En ese mismo orden atacaron con munición de carga profunda. Se quejaron porque "con estas presentaciones y con los actuales silencios, una vez más posibilitamos que las cargas argentinas, que tanto ha costado volver a posicionar en el contexto mundial, sean operadas por puertos de vecinos países, con la obvia transferencia de recursos al exterior, así como la directa baja en el empleo del sector".FINAL DEL PRINCIPIOLas obras de Puerto Madero II se desarrollarían sobre un área de 18 hectáreas, sobre las que se alzarían unos 500 mil metros cuadrados de viviendas y áreas de servicios, ubicados en línea directa con el aeroparque metropolitano y ruta casi obligada para aviones.Allí habría 18 edificios, con un máximo de nueve pisos (menos que las torres Gemelas de Manhattan, claro) y obras de infraestructura. En tanto, el 35% de la superficie estaría destinada a espacios verdes, como un gesto de preocupación por el medio ambiente, se entiende. El nuevo barrio estaría situado en las inmediaciones del antiguo puerto de dragas, donde se erigen actualmente las areneras, en el preciso lugar en el que se separan las dos manos de la Avenida Costanera Rafael Obligado, una bordeando el río y otra entre los depósitos fiscales y las areneras.Pero allí, en las calmas orillas del Río de la Plata se avecina ahora una nueva batalla como las que se produjeron en el siglo XIX, cuando los cañonazos reemplazaron a las ideas. En este caso puede que no halla cañones ni Navarones. El conflicto existe y resolverlos exigirá de sus protagonistas una fuerte dosis de cordura y sobretodo una visión de futuro de la actividad portuaria y del país. Antes habrá que ver si la sangre no llega al río.

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